En la capital china ha comenzado una reunión casi secreta. De hecho no se sabe en que hotel de Pekín se celebra la llamada "Conferencia Central de Trabajo Económico", es un encuentro entre los máximos dirigentes del país centrada en  planificar la economía china para 2018.

Esta reunión revisarán las políticas económicas de los cinco últimos años y se centrará en implantar las decisiones tomadas en el último Congreso del Partido Comunista. La ha inaugurado el presidente, Xi Jinping, como hace el dirigente de turno cada año desde 1994.

Según la Cámara de Comercio Europea en China, se centrarán en el excesivo nivel de deuda de China con medidas de la política monetaria y fijarán un objetivo de crecimiento del PIB para 2018. Otras fuentes apuntan a que Xi propondrá avanzar en la liberalización económica y acometer reformas estructurales de algunos sectores, como las empresas de propiedad estatal.

La agencia estatal Xinhua, las decisiones que se tomen en el encuentro tendrán su reflejo en el nuevo concepto de desarrollo chino, con el énfasis puesto en la elevada calidad del desarrollo.

Las "tres duras batallas" de 2018 serán las de atemperar los principales riesgos, erradicar la pobreza y controlar la contaminación, retos respecto de los que se esperan avances sustanciales.

La agenda económica se centrará en la reforma por el lado de la oferta, en reforzar a los actores del mercado, y en aplicar la estrategia de revitalización rural, impulso del desarrollo coordinado urbano-rural y apertura integral.

El trabajo del año próximo buscará también ayudar a mejorar los estándares de vida, instaurar un mecanismo de vivienda con efectos duraderos y producir más productos ecológicos de alta calidad.

El PIB de China crece un 6,9 por ciento interanual en los tres primeros trimestres, por encima del objetivo anual del gobierno de en torno al 6,5 por ciento.

La economía ha experimentado mejoras estructurales que han permitido que los nuevos motores aporten más del 10 por ciento del crecimiento total y que la tasa de crecimiento de los ingresos de los residentes rebase la general.

Esta agencia reconoce que la segunda mayor economía del mundo aún tiene ante sí al complejo entorno global y los conflictos nacionales estructurales, potenciales riesgos en el sistema financiero y disparidades según industrias y regiones.