China impondrá tarifas adicionales del 25% sobre 106 productos estadounidenses en respuesta a la subida de impuestos propuesta por Washington. Entre los productos se encuentran la soja, automóviles, aviones, químicos, productos derivados del maíz y otros productos agrícolas valorados en 2017 en 50.000 millones de dólares.


También se aplicarán aranceles a productos como el Whisky, puros, tabaco, algunas clases de cervezas, lubricantes, propano y otros productos derivados del plástico. Pero no son los únicos, productos como el zumo de naranja, algodón, algunos tipos de trigo, camiones, coches deportivos y algunos vehículos eléctricos también tendrán nuevas tarifas.

El ministerio de comercio chino ha decidido imponer estos nuevos aranceles para "proteger sus derechos e intereses legítimos" según han comunicado, ya que consideran la decisión estadounidense de violar las leyes internacionales de comercio.


 El portavoz del ministerio, Gao Feng aseguraba que se trata de una medida proteccionista que atenta contra las reglas del libre comercio: “Lo que han hecho los Estados Unidos es ignorar por completo la esencia de la cooperación, del beneficio mutuo para todos en el comercio entre China y los Estados Unidos, es un total desafío a las voces de las industrias de los dos países y un total desprecio de los intereses de los consumidores. Es desfavorable para los intereses nacionales de los Estados Unidos y para los intereses económicos mundiales”.


La tensión se originó cuando el gobierno de Estados Unidos afirmó que Beijing presionaba a empresas extranjeras para que entreguen su tecnología a cambio de concederles acceso a su mercado. Por este motivo, el ejecutivo de Trump recomendó aplicar aranceles del 25% a las mercancías chinas.


Esta "guerra" comercial entre ambos gigantes preocupa tanto a compañías como inversores que temen que el conflicto pueda frenar el comercio mundial y retrasar la recuperación económica.