La fuga de compañías con sede en Cataluña sigue en aumento. La última en sumarse a la lista es Pastas Gallo, que ha anunciado que trasladará su sede social a la ciudad de Córdoba.  El motivo: la búsqueda de estabilidad y la garantía de seguridad jurídica.

El fabricante de productos de alimentación anuncia su traslado tan sólo un día después de que lo hiciera el grupo vitivinícola Codorniu, alegando motivos similares. Ya son más de 500 empresas las que han tomado esta medida para garantizar el normal desarrollo de sus negocios.

Recordemos que las primeras en anunciar su salida de Cataluña fueron las entidades bancarias. Ahora Caixabank y Sabadell han confirmado que presentarán los resultados de su tercer trimestre fiscal en Valencia y Madrid, respectivamente, después de trasladar tanto su sede social como fiscal fuera de la comunidad autónoma.

Más allá de las empresas, otras cifras arrojan la preocupación ante la situación política en Cataluña. La CEOE ha bajado dos décimas la previsión de crecimiento económico en Cataluña para este año al 3%. Y aunque todavía es pronto para cuantificar el impacto en la economía real, la patronal considera que podría intensificarse la desaceleración de la actividad y el empleo prevista para finales de este año y 2018 si la incertidumbre persiste.

Una incertidumbre que si sigue así también hará mella en el turismo, que podría crecer un punto menos de lo previsto, según la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur.