Heineken ha vendido  menos de lo esperado en la primera mitad del año por la caída de los ingresos en mercados claves como África,  Europa del Este y Oriente Medio.

El CEO de la cervecera holandesa, Jean- Francois van Boxmeer, no descarta despidos y recortes en la inversión en estas regiones si no se cumplen los objetivos de productividad. La compañía asegura que el comportamiento en países como Vietnam y México ha sido fuerte, pero constata la debilidad en países como Rusia, Congo, Etiopia, Egipto y Nigeria (afectado por el descenso del precio del petróleo).

En los seis primeros meses del año, la tercera cervecera del mundo ha aumentado sus ventas 7,9%, hasta los 97 millones de hectolitros. En cuanto al beneficio neto ha registrado un descenso del 48,8% hasta los 586 millones de euros. Aunque hay que tener en cuenta que durante el mismo periodo del ejercicio anterior se anotó ganancias excepcionales por la venta de sus negocio mexicano.

El CEO de Heineken ha advertido del impacto negativo de las divisas en sus cuentas, aunque confirma el objetivo de márgenes operativos para todo el año. Un año que podría terminar con Ab Inbev,  el líder del sector todavía más fuerte. El pasado viernes el Consejo de administración de la cervecera británica SABMiller aceptó su propuesta de compra por 93.852 millones de euros.