Es el gran casero de España y el mayor propietario de hoteles de nuestro país. Se llama Blackstone y es el fondo estadounidense que en sólo cinco años se ha convertido en el rey del ladrillo español.

Mientras las entidades españolas reducen cada vez más su exposición al ladrillo, Blackstone aumenta su cartera. Su último movimiento: la compra del 50% del capital social de Testa Residencial. Se trata de la primera compañía de pisos en alquiler de España con unas 10.700 viviendas, que Blackstone compra a Banco Santander, BBVA y Merlin Properties por 948 millones de euros.

Con esta operación, Blackstone se refuerza como primer propietario inmobiliario de España. En los últimos cinco años, el fondo suma más de 20.000 millones de euros en activos bajo gestión y más de 4 millones de metros cuadrados. Es decir, en la superficie de suelo español que posee Blackstone cabrían cuatro aeropuertos como el de Madrid-Barajas, el aeropuerto con mayor superficie en terminales del mundo.

El nombre de Blackstone comenzó a resonar en España en el año 2013 cuando se hizo con casi 2.000 viviendas al comprar la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid. Una operación con la que Blackstone, conocido como fondo buitre, se hizo con el parque de vivienda pública del Ayuntamiento de Madrid. Precisamente el tipo de operaciones que quiere eliminar Sánchez, dispuesto a prohibir la venta de vivienda pública a fondos buitre.

A partir esa operación, el interés de Blackstone por el ladrillo español fue en aumento. El año pasado protagonizó la mayor operación inmobiliaria del mundo al hacerse con el 51% del ladrillo tóxico de Banco Popular que poseía el Banco Santander. Y este verano cerró con éxito la OPA sobre la socimi Hispania, un movimiento con el que Blackstone se convirtió en el mayor propietario de hoteles en España. Ya poseía la filial hotelera de Banco Sabadell, HI Partners, y con la adquisición de Hispania sumó un total de 60 hoteles y 20.000 habitaciones.

Además del turismo, otra de sus grandes apuestas es el mercado logístico. Blackstone tiene una participación del 10% en Logicor, que en España gestiona 1’2 millones de metros cuadrados de superficie logística. A ello hay que añadirle la cartera logística de Lar que compró este verano, compuesta por cinco naves y un suelo a desarrollar.

Blackstone también gestiona grandes carteras hipotecarias. Entre sus principales activos, posee Anticipa, una de las mayores gestoras de pisos en alquiler, y el 51% de Aliseda, plataforma de comercialización del Banco Popular que ahora está en manos del Santander.

Blackstone sigue moviendo ficha. Cada vez con más superficie, el fondo de capital riesgo estadounidense se ha hecho con el control del ladrillo de nuestro país y parece que todavía no ha saciado su hambre.