El impacto de la reforma tributaria de EEUU y la amortización de activos shale han hecho mella en BHP Billiton. El grupo minero anglo australiano ha ganado un 37% menos en su año fiscal, hasta los 3.700 millones de dólares.

La mayor compañía minera del mundo ha reportado un impacto negativo mayor de lo esperado de 5.200 millones de dólares relacionados con la depreciación de sus activos de shale en EEUU, el desastre provocado por la ruptura de la presa de Samarco en Brasil y la reforma fiscal de Trump.

Sin tener en cuenta esos elementos, el beneficio subyacente de BHP ha subido un 33% hasta los 8.900 millones de dólares gracias a los mayores precios de las materias primas y el aumento de los volúmenes. Aun así, ese aumento se ha quedado corto frente a las expectativas del mercado.

A pesar de la caída de beneficio, el consejo de BHP ha decidido que repartirá entre los accionistas un dividendo final récord de 63 centavos por acción. Su objetivo: reflejar la fortaleza de su desempeño operativo, la solidez de los precios y su disciplina de capital.

Sin embargo, el aumento del dividendo no ha conseguido compensar las cifras de BHP, que no han gustado en general. La compañía ha señalado que ve menos crecimiento en China y ha recortado sus expectativas de ganancias para el año fiscal 2019, aunque se ha comprometido a hacer ahorros adicionales en 2020.

BHP ha elevado durante su último ejercicio un 29% su inversión de capital hasta los 6.753 millones de dólares y ha reducido su deuda neta hasta los 10.934 millones.