El grupo alemán Bayer ha anunciado la venta a su rival BASF de parte de su negocio de fitosanitarios por 5.900 millones de euros, para poder cumplir los requisitos reguladores para comprar el fabricante estadounidense de transgénicos Monsanto.

Esta venta incluye el negocio de un popular herbicida, y las actividades con algunas semillas, que en ambos casos generaron unas ventas de 1.300 millones de euros en 2016. También implica a más de 1.800 trabajadores, localizados principalmente en EEUU, Alemania, Brasil, Canadá y Bélgica. "Estamos adoptando un enfoque activo para afrontar potenciales problemas regulatorios con el objetivo de facilitar el cierre exitoso de la compra de Monsanto", declaró Werner Baumann, presidente del consejo de Bayer.

Por su parte, el presidente del consejo de BASF, Kurt Bock, destacó que con esta inversión la compañía "está aprovechando la oportunidad de adquirir unos activos muy atractivos en cultivos y mercados clave".

La venta depende de que Bayer logre cerrar la adquisición de Monsanto. El pasado mes de agosto, la Comisión Europea anunció la apertura de una investigación en profundidad para analizar si la compra de Monsanto por parte de Bayer cumple con la legislación comunitaria y si la transacción reduciría la competencia en mercados como el de los pesticidas o las semillas.