- El BCE determinó ayer que el banco era inviable por su posición de liquidez
- La operación no supone ayudas públicas: pierden los accionistas y los bonistas
El Banco Santander hará una ampliación de capital por 7.000 millones de euros para reforzar capital y poder afrontar la compra del Banco Popular, según un comunicado a la CNMV. Esta ampliación reforzará los fundamentales del banco y le situará en una posición de mayor solvencia para poder ofertar en mejores condiciones.
Durante la noche de ayer contábamos en Capital Radio que la entidad que preside Ana Patricia Botín ofrecería una prima a los accionistas de Popular, cuya capitalización es superior a los 1.334 millones, y reservaría una parte para asumir las provisiones que Popular necesita para sanear su exposición al ladrillo. Esta última parte de exposición podría estar en los 1.500 millones. Si el Santander hiciera ese movimiento subiría la tasa de cobertura al 50% desde el 38% actual, lo que relajaría mucho al mercado. Eso sí, a cambio la entidad que compre el Popular asumiría alrededor de 37.000 millones en activos inmobiliarios problemáticos que aún están en el balance del banco.
La ampliación también buscaría cubrirse para la parte judicial de la ampliación de capital de hace un año del Popular, de 2.500 millones. Con la operación, Santander alcanzaría unos activos próximo a los 471.000 millones de euros y adelantaría a Caixabank en España.
Pero ahí no acaba todo. Fuentes financieras apuntan que BBVA ya se ha movido para preguntar al Popular sobre la posibilidad de analizar en detalle las cuentas y preparar una oferta siempre que las sinergias sean favorables. Y es que estas mismas fuentes apuntan a que en el BBVA se mira con mucho cuidado que el comprador del Popular será el líder del mercado español, lo que es un caramelo muy dulce.
Mientras Bankia, según las mismas fuentes, habría dejado ya la operación tras ver que los dos grandes bancos están moviéndose para ejecutarla.
Además se especula en el mercado que el Gobierno habría intentado que Bruselas permitiera conceder avales al comprador de Popular para cubrir demandas por la ampliación de capital del pasado año, lo que lanzaría definitivamente a los dos grandes bancos.