El Banco de Japón (BoJ) recortará ligeramente las recompras en el mercado de los bonos de más largo vencimiento. Rebaja en 10.000 millones de yenes (88,39 millones de dólares) el volumen de compra de bonos soberanos con vencimiento previsto entre 10 y 25 años y bonos con vencimiento entre 25 y 40 años.

La decisión aviva los rumores de una futura retirada de la política actual de amplio estímulo monetario e impulsa al yen a máximos del último mes, pero para Manuel Arroyo, director de inversiones de JP Morgan Asset Management, no implica un fin cercano de la política monetaria expansiva: "El Banco de Japón se habían fijado un objetivo de TIR, a diferencia de otros bancos que querían inyectar una cantidad de dinero, y esa es una política que todavía va a continuar y compensará el movimiento de la FED porque seguirán inyectando dinero al mercado".



Uno de los grandes debates del año es precisamente el futuro de la inflación, ahora que vemos como algunos bancos centrales comienzan a subir tipos. Arroyo descarta un cambio en la tendencia actual de los precios: "La inflación sigue muy por debajo de los objetivos de los bancos centrales. En Estados Unidos ya se habla de dos en vez de tres subidas este año y en Europa hasta bien entrado 2019 no se verán subidas en los tipos de interés y la razón general es que no estamos viendo inflación".

"Todos los bancos centrales son cautos a la hora de subir los tipos de interés, prefieren subir tarde antes de hacerlo de forma precipitada y equivocarse" señala Arroyo.

En cuanto a las recomendaciones de inversión, Arroyo recomienda seguir en renta variable y elevar la apuesta por emergentes y Europa, que todavía tienen recorrido. Explica que el dólar está en una fase más débil y va a favorecer a mercados emergentes y materias primas.