Reuters. -El Banco de Japón ha mantenido su política monetaria estable y ha rebajado su perspectiva sobre la inflación lo supone un nuevo revés para su objetivo de precios de un 2% y  complica aún más el camino de la entidad para reducir su programa de estímulo.

Los mercados están a la espera de la conferencia de prensa que ofrecerá el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, y buscarán pistas sobre cuánto tiempo el banco central podría retrasar el recorte del estímulo debido a ese crecimiento tan débil de los precios.

Como se esperaba, el Banco de Japón ha mantenido su objetivo de tasa de interés a corto plazo en -0,1% y su promesa de llevar los rendimientos de los bonos soberanos a 10 años en torno al cero por ciento.

La medida contrasta con la decisión del Banco Central Europeo de poner fin a su esquema de compra de activos este año y el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, que marca un distancimiento de las políticas implementadas para combatir la crisis financiera del 2007-2009.

"El crecimiento del precio al consumidor está en un rango de 0,5 a 1 por ciento", dijo el BoJ en un comunicado que acompaña la decisión. Esa fue una opinión un poco más pesimista que en la reunión previa de abril, cuando dijo que la inflación se movía en torno a un 1 por ciento.

El BoJ mantiene su visión de que la economía se está expandiendo moderadamente, sin inmutarse por la contracción en el primer trimestre que muchos analistas atribuyen a factores temporales como el mal tiempo.

Pero también mantuvo su evaluación cautelosa sobre las perspectivas de alcanzar su meta de una inflación de un 2 por ciento, diciendo que las expectativas de inflación fluctúan de manera lateral.

El banco central dijo que continuará comprando bonos para que el saldo de sus tenencias aumente a un ritmo anual de 80 billones de yenes (722.670 millones de dólares).