Atlantia ha programado dos reuniones extraordinarias el martes 21 y el miércoles 22 para analizar la tragedia del puente de Génova. El martes se reunirá el consejo de administración de Autostrade per l'Italia, propiedad de Atlantia en un 88%, y el miércoles lo hará el propio consejo de Atlantia. La empresa, controlada por la familia Benetton, ha declarado que no espera cambios en la gestión del grupo.

Las acciones de Atlantia, sin embargo, han abierto la Bolsa de Milán con subidas del 7%, tras la catástrofe del día anterior, en el que acabó la jornada cayendo más del 22% y arrastrando a su socio ACS en el Ibex35.

Los títulos de Atlantia alcanzaban un precio máximo intradía de 19,745 euros, aunque al cumplirse la primera hora de negociación su cotización se situaba en 19,405 euros, un 6,04% por encima del precio marcado el jueves.

La agencia de calificación Standard and Poor's (S&P) puso ayer en vigilancia negativa el rating de deuda a largo plazo 'BBB+' de Atlantia y sus subsidiarias. La agencia ha dado la misma calificación del programa de 10.000 millones de deuda a medio plazo transferido a Autostrade.

La firma espera sacar conclusiones cuanto antes en la reunión e intentar no perder la concesión. El gobierno de Italia amenaza con quitársela, además ayer fue especialmente duro con la empresa. El vicepresidente Matteo Salvini apuntó directamente a Autostrade como los culpables sin reservas, o el primer ministro Giuseppe Conti instaba a sus directivos a dimitir lo antes posible.

Atlantia se enfrenta a un proceso complicado, con la política de su país en contra y los mercados tensos, aunque hoy puede hablar de algo más de tranquilidad con ese buen comienzo en bolsa y con la esperanza que pueda dar la reunión, al menos, para calmar la tormenta hasta entonces.