• Renfe asegura que "no es una línea low cost"

  • El precio medio estará en torno a los 60 euros y se le podrán añadir suplementos

  • Desaparece el vagón cafetería, la clase preferente y el servicio a bordo

  • Aumentará la capacidad un 30%


Una década después de inaugurar los 621 kilómetros de vías entre Madrid y Barcelona. Sólo en 2017, la conexión directa entre Madrid y Barcelona en servicios AVE registró más de 4,1 millones de viajeros, cifra que supone un incremento interanual del 7,6% y una cuota de mercado del 65% frente al avión.

En el décimo cumpleaños del AVE entre las dos ciudades más importantes españolas, el ministerio de Fomento ha presentado su fórmula barata de alta velocidad para unir Barcelona y Madrid, aunque Renfe quiere huir del término low cost. "No es la línea low cost de Renfe, es más una evolución del producto ave para captar nuevos sectores de viajeros que aún no se han subido en masa al tren, como los jóvenes, grupos o familias".

Cinco trenes diarios que recorrerán los más de 600 kilómetros de vías férreas que ahora cubren los más de 25 ferrocarriles de alta velocidad. En la actualidad, el precio medio del billete de esta línea alcanza los 90 euros, aunque se encuentran promociones y ofertas que reducen el precio hasta los 32 euros.

Según confirma Renfe a Capital Radio, "el precio del EVA será "un 25% más barato que el billete recio medio del Madrid-Barcelona (en turista)". Así, el precio del EVA se situará en torno a los 60-70 euros. Añade, además, "sobre ese precio siempre más bajo se ofrecerá descuentos por ser viajero habitual o por viajar en grupo". ¿Y por qué ese nombre? La respuesta es sencilla: "Le damos la vuelta al AVE", puntualiza Renfe.

Pero, el billete tendrá letra pequeña y un sistema de suplementos y complementos. "Es decir, si quieres además llevar un equipaje muy especial o mascota… pagarás un suplemento se trata de un servicio a la carta, a modo de Smart Train, un tren utilitario en el que el viajero paga por el servicio que quiere, incluido el viaje a la puerta del destino. Y también tendrás la opción de añadir a tu billete el viaje en taxi al llegar al destino, por ejemplo, como complemento", detallan.

Además, Renfe está valorando la posibilidad, incluso, de crear una tarifa plana para el Eva y, en caso de tener éxito, exportar este modelo al resto de trenes, incluido los Ave o los Alvia.

Objetivo, un millón

Una iniciativa "que nace con el objetivo de captar un millón de viajeros, habrá más actividad y eso reducirá los costes de operación", señala la operadora. Pero, ¿cómo se van ahorrar costes?

En palabras del ministro De la Serna y la propia Renfe es "el desarrollo tecnológico". "Los costes de operación serán menores porque, entre otras cosas, se mejorará la productividad, tanto de conducción como de limpieza y de mantenimiento".

Sin embargo, Renfe espera aumentar los ingresos con la técnica de las aerolíneas low cost: más asientos, más billetes. "Está previsto que EVA cuente además con un 30% más de asientos", explica la operadora a Capital Radio.

Pero para que aumente la cuenta de beneficios y caiga la de gastos, el EVA prescindirá de la cafetería, el servicio a bordo y la clase preferente. "En lugar de cafetería habrá un espacio multifuncional", destaca Renfe.

No obstante, la compañía recalca que este nuevo servicio "en ningún caso sustituirá a otros o supondrá descenso de actividad, así que no influirá en ningún caso en este sentido. Incluso podemos afirmar que supondrá un aumento de actividad y, por tanto, nuevas oportunidades para generar empleo".




MAD-BCN: Un kilómetro por 14,4 millones de euros

Desde 2008 más de 35 millones de personas han utilizado este AVE entre las dos ciudades españolas. Y según los datos la mayoría de los que se montan en este AVE viajan para hacer negocios.

Un hito a más de 300 kilómetros horas que redujo a la mitad el tiempo de viaje entre ambas ciudades, pero que causó más de un dolor de cabeza a los políticos de turno y, especialmente, más de un disgusto a cientos de vecinos catalanes.

Las obras de construcción de la línea Madrid y Barcelona costaron 8.966,71 millones de euros, lo que supone un 31,4% más del precio por el que se adjudicaron los trabajos (6.822,83 millones) y un 18,8% por encima del precio fijado en los concursos (7.550,42 millones de euros).

Estas son cifras recogidas por el Tribunal de Cuentas en su Informe de Fiscalización de las principales contrataciones relacionadas con la construcción de la línea férrea de alta velocidad Madrid-Barcelona, desarrollada enero de 2002 y febrero de 2008. Con estas cifras, cada kilómetro de la línea salió a 14,4 millones de euros.