A la espera de la llegada del nuevo iPhone 7, y que se espera que reanime las ventas de Smartphone de la compañía, Apple sigue desinflándose cuyos beneficios cayeron en el tercer trimestre fiscal un 27% tras ganar un 7.800 millones de dólares hasta el pasado 25 de junio.

A pesar de sorprender al mercado con unas mayores ventas de iPhone, vendió 40,4 millones de dispositivos, pero muy lejos de los 47,5 millones del mismo periodo de 2015. El gigante de Cupertino mira ya al nuevo ciclo de ventas de su Smartphone de alta gama, que se espera para el próximo mes de septiembre.

No obstante, las cifras presentadas por la multinacional de la tecnología sorprendieron al mercado tras superar las previsiones más optimistas de ventas cifradas en los 40,02 millones.

"Nos complace anunciar unos resultados del tercer trimestre que reflejan la fuerte demanda de nuestros clientes y un desempeño que ya anticipamos al comienzo del trimestre", afirma Tim Cook en el comunicado posterior a la presentación de resultados.

La caída de las ventas de los iPhone por segundo trimestre consecutivo propició una contracción del 14,6 % en los ingresos, que totalizaron los 42.360 millones de dólares, frente a los 49.600 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.

Los beneficios por acción alcanzaron los 1,42 dólares, frente a los 1,85 anteriores.El consenso de analistas había anticipado ganancias por acción de 1,38 dólares e ingresos de 42.100 millones de dólares.
Uno de los problemas que afronta el titán de Cupertino es la desaceleración de sus negocios en China, que Apple contempla como su próximo motor de crecimiento.

Las cifras publicadas hoy muestran que las ventas en el país asiático cayeron un 33,1% en el trimestre, comparado con un repunte del 112,4 % en el mismo trimestre del 2015 y tras una contracción del 26 % en el segundo trimestre.

Foto: Flickr Henrique Paulo