El cambio de milenio difundió entre la población y también la administración un gran miedo con la llegada del Efecto 2000. Un temor que quedó en nada, pero los primeros meses del recién inaugurado 2000 trajo un gran terremoto relacionado con las tecnologías.



Entre 1997 y 2001, las bolsas subían y subían impulsadas por una nueva economía asentada en el sector de internet y acabó con el estallido de la burbuja de las puntocom. Dieciocho años después los temores vuelven gracias a la pujanza del sector tecnológico y los miedos merodean Wall Street. “Si comparas los dos índices desde el punto de vista de la valoración, entre el índice SP 500 y el índice tecnológico, ves que la diferencia no es tan grande como era en la burbuja de los 2.000”, señala en Capital Radio James Chen, gestor del fondo Allianz Global Artificial Intelligence.

Junto al sector de la tecnología, la inteligencia artificial cada vez está más presentes, no solo en este ámbito económico, sino que ya ocupa a la mayoría de compañías en todo el mundo. “No se trata de solo de tecnología necesariamente, sino de industrias ajenas a la tecnología”, apunta Chen. “Desde la perspectiva de las disrupciones y cambios, estas vendrían de las empresas que utilizan la tecnología para desarrollar nuevos productos y recursos o desarrollar mejores estructuras al racionalizar sus procesos de negocio”, añade.

“A lo largo del tiempo, las empresas que están utilizando la IA para transformarse a sí mismas se beneficiarán de la misma manera, si no más, y de aquí a los próximos dos años la IA estará principalmente en los habilitadores de tecnología y con el tiempo se extenderá a todo tipo de industrias”, sentencia.