Endesa reduce su resultado operativo un 11% en los primeros nueve meses de un año inusualmente seco que está penalizando notablemente la generación de las centrales hidráulicas de las eléctricas españolas.

El Ebitda de la filial de la italiana Enel se situó en 2.548 millones de euros al cierre de septiembre, mientras que el beneficio neto se redujo un 17 por ciento a 1.085 millones, frente a previsiones de 2.564 millones y 1.092 millones, respectivamente.

La producción hidroeléctrica de Endesa, que no disfruta de la diversificación geográfica de rivales como Iberdrola o Gas Natural, se desplomó un 33 por ciento. Países del sur de Europa como España sufren este año una de las peores sequías en décadas.

Según los últimos datos oficiales, los embalses nacionales se encuentran este año al 37,3 por ciento de su capacidad, frente al 48 por ciento del año pasado y muy lejos de la media de los últimos diez años (53%). Tras las cuentas a septiembre, Endesa, que a finales de mes actualizará su plan estratégico, esta "en la senda para cumplir sus objetivos de lograr en 2017 un Ebitda de 3.400 millones de euros y un resultado neto de 1.400 millones a fin de año.