“La entidad trabaja en la venta de activos no estratégicos y mantiene conversaciones avanzadas para ello”, así describía el consejero delegado de Banco Popular, Ignacio Sánchez Asiaín, una de las estrategias del banco para intentar generar capital.

Al margen de estudiar una fusión con otro banco, Popular estudia desinversiones. Prueba de ello ha sido la salida del capital en Merlín en las últimas horas. Es la segunda venta de Popular en menos de un mes tras la venta de Pastor a Abanca el pasado 2 de mayo. Pero, ¿qué más puede vender Popular?.

La entidad podría desprenderse de participaciones en empresas y la venta filiales. Por un lado, Popular cuenta con participaciones en tres compañías cotizadas. En Abengoa ostenta un 4,57% del capital, en Nyesa Valores Corporación un 13,22% y en Compañía Española de Viviendas de Alquiler, un 23,01%.

Por otro lado, la entidad podría desprenderse de filiales que están en venta como TotalBank, su banco en EEUU. La entidad tiene una oferta sobre la mesa por unos 460 millones de euros por parte del banco chileno BCI, aunque "no hay urgencia para vender" tal y como reconocía el consejero delegado en la última rueda de prensa tras presentar resultados.

En el punto de mira está la venta de su filial WiZink, entidad dedicada al negocio de tarjetas de crédito. Otras sociedades de las que se puede desprender es su filial en Portugal o el grupo financiero “Ve por Más” en México, participado al 25%.

Allianz Popular, Aliseda, Euro Automatic o Iberia Cards son otras de las sociedades filiales del banco. El grupo tiene más opciones. Podría deshacerse de sus vehículos de sus participadas en sociedades de alquiler como Grupo La Toja Hoteles o Popular de Renting o la participación de dos compañías de seguro como Pastor Vida y Eurovida Portugal.