Madrugada de tibias ganancias para los indicadores asiáticos, con el Nikkei en Tokio subiendo cerca de un 0,18%. En Asia, especialmente en China, se preparan para una nueva macroinversión en infraestructuras. El Banco de Desarrollo de China va a financiar proyectos del gobierno por valor de casi 300.000 millones de dólares para ayudar a construir carreteras, puentes e infraestructuras para el turismo. Inversión que realizará en los próximos tres años.

Todavía en China, hasta 46 empresas han cancelado ya su salida a bolsa tras los nuevos requisitos introducidos por el regulador. El gobierno quiere evitar la sensación de opacidad que existe en estas salidas a bolsa y ha limitando el calendario y el acceso a la renta variable. Es algo que podría llevar a muchas empresas a la quiebra, al no poder hacer frente al pago de su deuda.

Volviendo a la inversión pública, Taiwan ha anunciado un paquete de estímulos cercano a los 30.000 millones de dólares. La economía dependiente de Taiwán está mostrando señales de recuperación, pero es muy vulnerable a las políticas proteccionistas del presidente estadounidense, Donald Trump, y a la creciente competencia de los fabricantes chinos.

En lo tocante al comercio mundial, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras ha recibido esta misma mañana trece nuevos miembros, entre ellos España, aunque no serán miembros de pleno derecho hasta que hagan una primera aportación. Desde el organismo esperan que se sigan sumando países a esta especie de Banco Mundial liderado por China, que busca paliar las carencias de inversión más allá de aquellos núcleos que cubre la entidad con sede en Washington.

En clave empresarial, el mercado mira a las automovilísticas. Por un lado, Chery, fabricante de automóviles eléctricos chino, ha demandado a Mercerdes por el uso de la marca EQ, ya que Chery asegura tener la patente y lleva usándola dos años. Es una marca pequeña pero podría ganar esa demanda a Mercedes, que deberá indemnizar a la compañía china y cambiar además el nombre de su modelo, lo que retrasará sus planes de venta, porque el coche ya estaba en los concensionarios. Sería un golpe para la automovilísitca alemana, en un mercado como el Chino, donde se venden más coches eléctricos que de ningún otro tipo, gracias a las políticas del gobierno, que quiere evitar la contaminación.

En Corea del Sur los bancos estatales acudirán al rescate de la división de Daewoo encargada de la construcción e ingeniería de barcos. Le hacen falta cerca de 1.000 millones de dólares para afrontar los vencimientos de deuda de este año, pero inyectarán cerca de 2.600 millones, para que además de la deuda pueda relanzar esta división. Cabe recordar que la filial automovilística de Daewoo ya fue comprada por General Motors tras su quiebra.

Y en Japón, de nuevo Toshiba en el punto de mira. Varios inversores y clientes de la división nuclear, Westinghouse, se están planteando una demanda para los gestores de la compañía, mientras que éstos continúan estudiando la posibilidad de acogerse a bancarrota.