En Castellón de la Plana la historia no solo se ve reflejada en los monumentos que salpican sus calles y plazas sino ahora también bajo tierra. La Guerra Civil dejó multitud de refugios subterráneos de los que este verano se ha abierto uno: el de la plaza Tetuán. Un refugio antiaéreo a 13,20 metros de profundidad construido hace ocho décadas cuyos túneles muestran al visitante cómo vivían los cientos de refugiados que allí se escondían.


Castellón de la Plana tiene, desde este verano, un nuevo atractivo turístico que se une a su casco antiguo, rutas urbanas, museos, 4 kilómetros de playas o sus tres espacios naturales. Un lugar cargado de historia y simbolismo que se encuentra bajo tierra.


Se trata del Refugio Antiaéreo de la plaza Tetuán, uno de los cerca de 300 privados y 43 públicos construidos en la ciudad para proteger a la ciudadanía de los 44 bombardeos que sufrieron desde el aire y por mar durante la Guerra Civil española y dejaron un saldo de 160 víctimas, además de centenares de heridos y decenas de viviendas y edificios destruidos.


Este refugio, al que se accede a través de una escalera que llega a los 13,20 metros de profundidad, fue construido en 1937 y posteriormente rehabilitado y reforzado en 1952, aunque ha debido pasar más de medio siglo para que saliera a la luz como un museo que, a través de imágenes y paneles, explica a los visitantes de las condiciones de vida de los cientos de refugiados que allí se escondían.


Mostrar los horrores de la guerra es una manera de contribuir a consolidar la cultura de la paz, de ahí que el Ayuntamiento de Castellón de la Plana financiara la recuperación de este emblemático refugio, en el que se han invertido casi 180.000 euros, entre la rehabilitación y la posterior museización del espacio.


Refugi Plaça Tetuan


El Refugio Antiaéreo de la Plaza Tetuan puede visitarse de martes a sabados, de 16.00 a 19.00 horas, y los domingos, de 10.00 a 14.00 horas.